Exodus 7:8-25

La vara de Aarón

8Y habló el Señor a Moisés y a Aarón, diciendo: 9Cuando os hable Faraón, y diga
Lit., diciendo
: «Haced
Lit., Dad vosotros mismos
un milagro c», entonces dirás a Aarón: «Toma tu vara d y échala delante de Faraón para que se convierta en serpiente».
10Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón e hicieron tal como el Señor les había mandado; y Aarón echó su vara delante de Faraón y de
Lit., y delante de
sus siervos, y esta se convirtió en serpiente f.
11Entonces Faraón llamó también a los sabios y a los hechiceros, y también ellos, los magos
O, sacerdotes adivinos
,
h de Egipto, hicieron lo mismo
Lit., así
con sus encantamientos
O, ciencias ocultas
,
k;
12pues cada uno echó su vara, las cuales se convirtieron en serpientes. Pero la vara de Aarón devoró las varas de ellos. 13Pero el corazón de Faraón se endureció
Lit., se hizo fuerte
y no los escuchó, tal como el Señor había dicho m.

Primera plaga: el agua convertida en sangre

14Entonces el Señor dijo a Moisés: El corazón de Faraón es terco
Lit., pesado
; se niega a dejar ir al pueblo.
15Preséntate
Lit., Ve
a Faraón por la mañana cuando vaya
Lit., he aquí, él sale
al agua, y ponte a orillas del Nilo q para encontrarte con él; y toma en tu mano la vara que se convirtió en serpiente r.
16Y dile: «El Señor, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti s, diciendo: “Deja ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto t. Mas he aquí, hasta ahora no has escuchado”. 17»Así dice el Señor: “En esto conocerás que yo soy el Señor u: he aquí, yo golpearé con la vara que está en mi mano las
Lit., sobre las
aguas que están en el Nilo, y se convertirán en sangre w.
18”Y los peces que hay en el Nilo morirán, y el río se corromperá
I.e., dará mal olor
y los egipcios tendrán asco de
O, dificultad en
beber el agua del Nilo z”».
19Y el Señor dijo a Moisés: Di a Aarón: «Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto aa, sobre sus ríos, sobre sus arroyos
O, canales
, sobre sus estanques y sobre todos sus depósitos de agua, para que se conviertan en sangre; y habrá sangre por toda la tierra de Egipto, tanto en las vasijas de madera como en las de piedra».

20Así lo hicieron Moisés y Aarón, tal como el Señor les había ordenado ac. Y alzó Aarón la
Lit., con la
vara y golpeó las aguas que había en el Nilo ante los ojos de Faraón y
Lit., y en presencia
de sus siervos, y todas las aguas que había en el Nilo se convirtieron en sangre af.
21Y los peces que había en el Nilo murieron y el río se corrompió
I.e., daba mal olor
, de manera que los egipcios no podían beber agua del Nilo. Y había sangre por toda la tierra de Egipto.
22Pero los magos
O, sacerdotes adivinos
de Egipto hicieron lo mismo
Lit., así
con sus encantamientos
O, ciencias ocultas
,
ak; y el corazón de Faraón se endureció
Lit., se hizo fuerte
y no los escuchó, tal como el Señor había dicho.
23Entonces se volvió Faraón y entró en su casa, sin hacer caso tampoco de esto
Lit., y no puso su corazón ni aun en esto
.
24Y todos los egipcios cavaron en los alrededores del Nilo en busca de agua para beber, porque no podían beber de las aguas del Nilo. 25Y pasaron
Lit., se cumplieron
siete días después que el Señor hirió al Nilo.

Exodus 8

Capítulo 8

Segunda plaga: las ranas

1
En el texto heb., cap. 7:26
Entonces el Señor dijo a Moisés: Ve a Faraón y dile: «Así dice el Señor: “Deja ir a mi pueblo para que me sirva ap.
2”Pero si te niegas a dejarlos ir, he aquí, heriré todo tu territorio con ranas. 3”Y el Nilo se llenará
O, bullirá
de ranas, que subirán y entrarán en tu casa, en tu alcoba y sobre tu cama ar, y en las casas de tus siervos y en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas.
4”Y subirán las ranas sobre ti, sobre tu pueblo y sobre todos tus siervos”». 5
En el texto heb., cap. 8:1
Dijo además el Señor a Moisés: Di a Aarón: «Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, sobre los arroyos
O, canales
y sobre los estanques au, y haz que suban ranas sobre la tierra de Egipto».
6Y extendió Aarón su mano sobre las aguas de Egipto, y las ranas subieron y cubrieron
Lit., la rana subió y cubrió
la tierra de Egipto aw.
7Y los magos
O, sacerdotes adivinos
hicieron lo mismo
Lit., así
con sus encantamientos
O, ciencias ocultas
,
ba, e hicieron subir ranas sobre la tierra de Egipto.

8Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón bb, y dijo: Rogad al Señor para que quite las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré ir al pueblo bc para que ofrezca sacrificios al Señor bd. 9Y Moisés dijo a Faraón: Dígnate decirme
Lit., Gloríate sobre mí
cuándo he de rogar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas
Lit., cortadas
de ti y de tus casas y queden solamente en el río.

10Y él respondió: Mañana. Entonces Moisés dijo: Sea conforme a tu palabra para que sepas que no hay nadie como el Señor nuestro Dios bg. 11Y las ranas se alejarán de ti, de tus casas, de tus siervos y de tu pueblo bh; solo quedarán en el Nilo. 12Entonces Moisés y Aarón salieron de la presencia de Faraón, y Moisés clamó al Señor bi acerca de las ranas que Él había puesto sobre Faraón. 13Y el Señor hizo conforme a la palabra de Moisés, y murieron las ranas de las casas, de los patios y de los campos. 14Y las juntaron en montones, y la tierra se corrompió
I.e., daba mal olor
.
15Pero al ver Faraón que había alivio, endureció
Lit., hizo pesado
su corazón y no los escuchó, tal como el Señor había dicho bl.

Tercera plaga: los piojos

16Entonces el Señor dijo a Moisés: Di a Aarón: «Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra para que se convierta en piojos
O, jejenes
por toda la tierra de Egipto».
17Y así lo hicieron; y Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, y hubo piojos
O, jejenes
en hombres y animales. Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos
O, jejenes
por todo el país de Egipto bp.
18Y los magos
O, sacerdotes adivinos
trataron de producir piojos
O, jejenes
con sus encantamientos
O, ciencias ocultas
, pero no pudieron bt; hubo, pues, piojos en hombres y animales.
19Entonces los magos
O, sacerdotes adivinos
dijeron a Faraón: Este es el dedo de Dios bv. Pero el corazón de Faraón se endureció
Lit., se hizo fuerte
y no los escuchó, tal como el Señor había dicho.

Cuarta plaga: los insectos

20Y el Señor dijo a Moisés: Levántate muy de mañana y ponte delante de Faraón cuando vaya
Lit., he aquí, él sale
al agua by, y dile: «Así dice el Señor: “Deja ir a mi pueblo para que me sirva bz.
21”Porque si no dejas ir a mi pueblo, he aquí, enviaré enjambres de insectos sobre ti, sobre tus siervos, sobre tu pueblo y dentro de tus casas; y las casas de los egipcios se llenarán de enjambres de insectos, y también el suelo sobre el cual están. 22”Mas en aquel día yo pondré aparte la tierra de Gosén en la que mora
Lit., está en pie
mi pueblo cb, para que no haya allí enjambres de insectos, a fin de que sepas que yo, el Señor, estoy
O, que yo soy el Señor
en medio de la tierra cd;
23y yo haré distinción
Así en algunas versiones antiguas; en heb., redención
entre mi pueblo y tu pueblo. Mañana tendrá lugar esta señal”».
24Y así lo hizo el Señor. Y entraron grandes
Lit., pesados
enjambres de insectos en la casa de Faraón y en las casas de sus siervos, y en todo el país de Egipto la tierra fue devastada a causa de los enjambres de insectos cg.

25Entonces llamó Faraón a Moisés y a Aarón, y dijo ch: Id, ofreced sacrificio a vuestro Dios dentro del país ci. 26Pero Moisés respondió: No conviene que lo hagamos así, porque es abominación para
Lit., de
los egipcios lo que sacrificaremos al Señor nuestro Dios ck. Si sacrificamos lo que es abominación para
Lit., de
los egipcios delante de sus ojos, ¿no nos apedrearán?
27Andaremos una distancia de tres días de camino en el desierto, y ofreceremos sacrificios al Señor nuestro Dios, tal como Él nos manda
Lit., nos dice
,
cn.
28Y Faraón dijo: Os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificio al Señor vuestro Dios en el desierto co, solo que no vayáis muy lejos. Orad por mí cp. 29Entonces dijo Moisés: He aquí, voy a salir de tu presencia y rogaré al Señor que los enjambres de insectos se alejen mañana de Faraón, de sus siervos y de su pueblo; pero que Faraón no vuelva a obrar con engaño, no dejando ir al pueblo a ofrecer sacrificios al Señor cq. 30Y salió Moisés de la presencia de Faraón y oró al Señor cr. 31Y el Señor hizo como Moisés le pidió
Lit., conforme a la palabra de Moisés
, y quitó los enjambres de insectos de Faraón, de sus siervos y de su pueblo; no quedó ni uno solo.
32Pero Faraón endureció
Lit., hizo pesado
su corazón también esta vez y no dejó salir al pueblo cu.

Exodus 9

Capítulo 9

Quinta plaga: la peste en el ganado

1Entonces el Señor dijo a Moisés: Ve a Faraón y dile: «Así dice el Señor, el Dios de los hebreos: “Deja ir a mi pueblo para que me sirva cv. 2”Porque si te niegas a dejarlos ir cw y los sigues deteniendo
Lit., y todavía los detienes
,
3he aquí, la mano del Señor vendrá
Lit., será
con gravísima pestilencia cz sobre tus ganados que están en el campo: sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre las vacadas y sobre las ovejas.
4”Pero el Señor hará distinción entre los ganados de Israel y los ganados de Egipto da, y nada perecerá de todo lo que pertenece a los hijos de Israel db”». 5Y el Señor fijó un plazo definido, diciendo: Mañana el Señor hará esto en la tierra. 6Y el Señor hizo esto al día siguiente, y perecieron todos los ganados de Egipto dc; pero de los ganados de los hijos de Israel, ni un solo animal murió dd. 7Y Faraón envió a ver, y he aquí, ni un solo animal de los ganados de Israel había perecido. Pero el corazón de Faraón se endureció
Lit., se hizo pesado
y no dejó ir al pueblo df.

Sexta plaga: las úlceras

8Entonces el Señor dijo a Moisés y a Aarón: Tomad puñados de hollín de un horno, y que Moisés lo esparza hacia el cielo en presencia de Faraón; 9y se convertirá en polvo fino sobre toda la tierra de Egipto, y producirá
Lit., se convertirá en
furúnculos que resultarán en
Lit., brotando
úlceras en los hombres y en los animales, por toda la tierra de Egipto di.
10Tomaron, pues, hollín de un horno, y se presentaron
Lit., se pusieron de pie
delante de Faraón, y Moisés lo arrojó hacia el cielo, y produjo
Lit., se convirtió en
furúnculos que resultaron en
Lit., brotando
úlceras en los hombres y en los animales.
11Y los magos
O, sacerdotes adivinos
no podían estar delante de Moisés a causa de los furúnculos, pues los furúnculos estaban tanto en los magos
O, sacerdotes adivinos
como en todos los egipcios do.
12Y el Señor endureció
Lit., hizo fuerte
el corazón de Faraón y no los escuchó, tal como el Señor había dicho a Moisés dq.

Séptima plaga: el granizo

13Entonces dijo el Señor a Moisés: Levántate muy de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: «Así dice el Señor, el Dios de los hebreos: “Deja ir a mi pueblo para que me sirva dr. 14”Porque esta vez enviaré todas mis plagas sobre ti
Lit., a tu corazón
, sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que sepas que no hay otro como yo en toda la tierra dt.
15”Porque si yo hubiera extendido mi mano y te hubiera herido a ti y a tu pueblo con pestilencia, ya habrías sido cortado de la tierra. 16”Pero en verdad, por esta razón te he permitido permanecer
Lit., estar de pie
: para mostrarte mi poder dv y para proclamar mi nombre por toda la tierra.
17Y todavía te enalteces contra mi pueblo no dejándolos
Lit., como para no dejarlos
ir.
18”He aquí, mañana como a esta hora, enviaré
Lit., haré llover
granizo muy pesado, tal como no ha habido en Egipto desde el día en que fue fundado hasta
Lit., y hasta
ahora dz.
19”Ahora pues, manda poner a salvo tus ganados ea y todo lo que tienes en el campo, porque todo hombre o
Lit., y
todo animal que se encuentre en el campo, y no sea traído a la casa, morirá cuando caiga sobre ellos el granizo ec”».
20El que de entre los siervos de Faraón tuvo temor de
O, reverenció
la palabra del Señor ee, hizo poner a salvo a sus siervos y sus ganados en sus
Lit., las
casas,
21pero el que no hizo caso a
Lit., no puso su corazón en
la palabra del Señor, dejó
Lit., entonces dejó
a sus siervos y sus ganados en el campo.

22Y el Señor dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo para que caiga
Lit., haya
granizo ej en toda la tierra de Egipto, sobre los hombres, sobre los animales y sobre toda planta del campo por toda la tierra de Egipto.
23Y extendió Moisés su vara hacia el cielo, y el Señor envió
Lit., dio
truenos
Lit., ruidos, y así en el resto del cap.
y granizo, y cayó fuego sobre la tierra. Y el Señor hizo llover granizo em sobre la tierra de Egipto.
24Y hubo granizo muy intenso, y fuego centelleando continuamente
Lit., fuego asiéndose a sí mismo
en medio del granizo, muy pesado, tal como no había habido en toda la tierra de Egipto desde que llegó a ser una nación.
25Y el granizo hirió todo lo que había en el campo por toda la tierra de Egipto, tanto hombres como animales; el granizo hirió también toda planta del campo, y destrozó todos los árboles del campo eo. 26solo en la tierra de Gosén, donde estaban los hijos de Israel, no hubo granizo ep.

27Entonces Faraón envió llamar a Moisés y Aarón y les dijo eq: Esta vez he pecado; el Señor es el justo er, y yo y mi pueblo somos los impíos. 28Rogad al Señor es, porque ha habido ya suficientes truenos y granizo de parte de Dios; y os dejaré ir y no os quedaréis et más aquí. 29Y Moisés le dijo: Tan pronto como yo salga de la ciudad, extenderé mis manos
Lit., palmas
,
ev al Señor; los truenos cesarán, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es del Señor ew.
30En cuanto a ti y a tus siervos, sé que aún no teméis
O, reverenciáis
al
Lit., delante del
Señor Dios ez.
31(Y el lino y la cebada fueron destruidos
Lit., heridos
, pues la cebada estaba en espiga fb y el lino estaba en flor;
32pero el trigo y el centeno no fueron destruidos
Lit., heridos
, por ser tardíos.)
33Y salió Moisés de la ciudad, de la presencia de Faraón, y extendió sus manos
Lit., palmas
al Señor, y los truenos y el granizo cesaron fe, y no cayó más
Lit., no fue derramada
lluvia sobre la tierra.
34Pero cuando Faraón vio que la lluvia, el granizo y los truenos habían cesado, pecó otra vez, y endureció
Lit., e hizo pesado
su corazón, tanto él como
Lit., él y
sus siervos.
35Y se endureció
Lit., se hizo fuerte
el corazón de Faraón y no dejó ir a los hijos de Israel, tal como el Señor había dicho por medio
Lit., mano
de Moisés fk.

Exodus 10

Capítulo 10

Octava plaga: las langostas

1Entonces el Señor dijo a Moisés: Preséntate
Lit., Ve
a Faraón, porque yo he endurecido
Lit., hecho pesado
su corazón y el corazón de sus siervos fn, para mostrar
Lit., poner
estas señales mías en medio de ellos
Lit., él
,
2y para que cuentes a
Lit., en los oídos de
tu hijo y a tu nieto, cómo me he burlado de los egipcios fr, y cómo he mostrado
Lit., puesto
mis señales entre ellos, y para que sepáis que yo soy el Señor ft.
3Moisés y Aarón fueron a Faraón, y le dijeron: Así dice el Señor, el Dios de los hebreos: «¿Hasta cuándo rehusarás humillarte delante de mí fu? Deja ir a mi pueblo, para que me sirva fv. 4»Porque si te niegas a dejar ir a mi pueblo, he aquí, mañana traeré langostas a tu territorio. 5»Y cubrirán la superficie de la tierra, de modo que nadie podrá verla
Lit., ver la tierra
. También comerán el resto de lo que ha escapado fx, lo que os ha quedado del granizo, y comerán todo árbol que os crece en el campo.
6»Y llenarán tus casas, las casas de todos tus siervos y las casas de todos los egipcios fy, algo que ni tus padres ni tus abuelos han visto desde el día que vinieron al mundo
Lit., fueron sobre la tierra
hasta hoy». Y Moisés se volvió y salió de la presencia de
Lit., de junto a
Faraón.
7Y los siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo este hombre nos será causa de ruina
Lit., una trampa
,
gc? Deja ir a los hombres para que sirvan al Señor su Dios gd. ¿No te das cuenta de
Lit., sabes
que Egipto está destruido?
8Entonces hicieron volver a Moisés y Aarón ante Faraón gf, y él les dijo: Id, servid al Señor vuestro Dios gg. ¿Quiénes
Lit., ¿Quién y quién
son los que han de ir?
9Y Moisés respondió: Iremos con nuestros jóvenes y nuestros ancianos; con nuestros hijos y nuestras hijas; con nuestras ovejas y nuestras vacadas iremos gi, porque hemos de celebrar
Lit., tener
una fiesta solemne al Señor gk.
10Y él les dijo: ¡Así sea el Señor con vosotros si os dejo ir
Lit., cuando os envíe
a vosotros y a vuestros pequeños! Tened cuidado
O, Mirad
porque tenéis malas intenciones
Lit., el mal está delante de vuestros rostros
.
11No será así; id ahora solo los hombres, y servid al Señor, porque eso es lo que habéis pedido. Y los echaron de la presencia de Faraón go.

12Entonces el Señor dijo a Moisés: Extiende tu mano gp sobre la tierra de Egipto, para traer la langosta, a fin de que suba sobre la tierra de Egipto y devore toda planta de la tierra, todo lo que el granizo ha dejado gq. 13Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y el Señor hizo soplar un viento del oriente sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y al venir la mañana, el viento del oriente trajo las langostas gr. 14Y subieron las langostas sobre toda la tierra de Egipto y se asentaron en todo el territorio de Egipto; y eran muy numerosas
Lit., pesadas
. Nunca había habido tantas langostas como entonces, ni las habría después
Lit., langostas como ellas delante de ellas, ni las habría así después de ellas
,
gu.
15Porque cubrieron la faz de toda la tierra, y la tierra se oscureció; y se comieron toda planta
O, hierba
de la tierra y todo el fruto de los árboles que el granizo había dejado. Así que nada verde quedó en árbol o planta
O, hierba
,
gx del campo por toda la tierra de Egipto.
16Entonces Faraón llamó apresuradamente a Moisés y a Aarón gy, y dijo: He pecado contra el Señor vuestro Dios y contra vosotros gz. 17Ahora pues, os ruego que perdonéis mi pecado solo esta vez, y que roguéis al Señor vuestro Dios, para que quite de mí esta muerte ha. 18Y Moisés salió de la presencia de Faraón y oró al Señor hb. 19Y el Señor cambió el viento a un viento occidental muy fuerte que se llevó las langostas y las arrojó al mar Rojo
Lit., mar de Cañas
; ni una langosta quedó en todo el territorio de Egipto.
20Pero el Señor endureció
Lit., hizo fuerte
el corazón de Faraón, y este no dejó ir a los hijos de Israel he.

Novena plaga: las tinieblas

21Entonces el Señor dijo a Moisés: Extiende tu mano hf hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tinieblas tales que puedan palparse hg. 22Extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas en toda la tierra de Egipto por tres días hh. 23No se veían unos a otros, nadie se levantó de su lugar por tres días, pero todos los hijos de Israel tenían luz en sus moradas hi. 24Entonces llamó Faraón a Moisés y le dijo: Id, servid al Señor hj; solo que vuestras ovejas y vuestras vacadas queden aquí. Aun vuestros pequeños pueden ir con vosotros hk. 25Pero Moisés dijo: Tú también tienes que darnos
Lit., dar en nuestra mano
sacrificios y holocaustos para que los sacrifiquemos
Lit., hagamos
al Señor nuestro Dios.
26Por tanto, también nuestros ganados irán con nosotros; ni una pezuña quedará atrás; porque de ellos tomaremos para servir al Señor nuestro Dios hn. Y nosotros mismos no sabemos con qué hemos de servir al Señor hasta que lleguemos allá. 27Pero el Señor endureció
Lit., hizo fuerte
el corazón de Faraón, y este no quiso dejarlos ir hp.
28Entonces Faraón dijo a Moisés
Lit., le dijo
: ¡Apártate de mí hr! Guárdate de no volver a ver mi rostro, porque el día en que veas mi rostro morirás.
29Y Moisés respondió: Bien has dicho, no volveré a ver tu rostro hs.

Exodus 11

Capítulo 11

Anuncio de la décima plaga

1Y el Señor dijo a Moisés: Una plaga más traeré sobre Faraón y sobre Egipto, después de la cual os dejará ir de aquí. Cuando os deje ir, ciertamente os echará de aquí completamente ht. 2Di ahora al
Lit., al oído del
pueblo que cada hombre pida a su vecino y cada mujer a su vecina objetos de plata y objetos de oro hv.
3Y el Señor hizo que el pueblo se ganara el favor
Lit., dio gracia al pueblo a los ojos
de los egipcios hx. Además el mismo Moisés era muy estimado
Lit., muy grande
en la tierra de Egipto, tanto a los ojos de los siervos de Faraón como a los ojos del pueblo hz.
4Y Moisés dijo: Así dice el Señor: «Como a medianoche ia yo pasaré
Lit., saldré
por toda
Lit., en medio de
la tierra de Egipto,
5y morirá todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está detrás del molino
Lit., de las piedras de molino
; también todo primogénito del ganado ie.
6»Y habrá gran clamor en toda la tierra de Egipto if, como nunca antes lo ha habido y como nunca más lo habrá. 7»Pero a ninguno de los hijos de Israel ni siquiera un perro le ladrará
Lit., aguzará su lengua
, ni a hombre ni a animal, para que entendáis
Lit., sepáis
cómo el Señor hace distinción entre Egipto e Israel ii».
8Y descenderán a mí todos estos tus siervos y se inclinarán ante mí, diciendo: «Sal, tú y todo el pueblo que te sigue
Lit., está a tus pies
»; y después de esto yo saldré ik. Y Moisés salió ardiendo en ira de la presencia de Faraón il.

9Entonces el Señor dijo a Moisés: Faraón no os escuchará im, para que mis maravillas se multipliquen en la tierra de Egipto in. 10Y Moisés y Aarón hicieron todas estas maravillas en presencia de Faraón io; con todo, el Señor endureció
Lit., hizo fuerte
el corazón de Faraón, y este no dejó salir de su tierra a los hijos de Israel iq.

Exodus 12:1-32

Capítulo 12

Institución de la Pascua

1Y el Señor habló a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: 2Este mes será para vosotros el principio de los meses; será el primer mes del año para vosotros ir. 3Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: « isEl día diez de este mes cada uno tomará para sí un cordero
O, cabrito
, según sus casas paternas; un cordero
O, cabrito
para cada
Lit., la
casa.
4»Mas si la casa es muy pequeña para un cordero
O, cabrito
, entonces él y el vecino más cercano a su casa tomarán uno según el número
O, la cantidad
de personas; conforme a lo que cada persona coma
Lit., al comer de cada hombre
, dividiréis
Lit., calcularéis
el cordero
O, cabrito
.
5»El cordero
O, cabrito
será un macho sin defecto, de un año jc; lo apartaréis de entre las ovejas o de entre las cabras.
6»Y lo guardaréis
Lit., os será para ser guardado
hasta el día catorce del mismo mes je; entonces toda la asamblea de la congregación de Israel lo matará al anochecer
Lit., entre las dos tardes
,
jg.
7»Y tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de
Lit., sobre
las casas donde lo coman ji.
8»Y comerán la carne esa misma noche jj, asada al fuego jk, y la comerán con pan sin levadura jl y con
Lit., además de
hierbas amargas jn.
9»No comeréis nada de él crudo ni hervido en agua, sino asado al fuego jo, tanto su cabeza como sus patas y sus entrañas jp. 10»Y no dejaréis nada de él para la mañana, sino que lo que quede de él para la mañana jq lo quemaréis en el fuego. 11»Y de esta manera lo comeréis: ceñidos vuestros lomos, las sandalias en vuestros pies y el cayado en vuestra mano, lo comeréis apresuradamente. Es la Pascua del Señor jr. 12»Porque esa noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de animal js; y ejecutaré juicios contra todos los dioses de Egipto jt. Yo, el Señor ju. 13»Y la sangre os será por señal en las casas donde estéis; y cuando yo vea la sangre pasaré sobre vosotros, y ninguna plaga vendrá sobre vosotros para destruiros
Lit., para destrucción
,
jw cuando yo hiera la tierra de Egipto.
14»Y este día os será memorable jx y lo celebraréis como fiesta al Señor jy; lo celebraréis por todas vuestras generaciones como ordenanza perpetua jz.

15»Siete días comeréis panes sin levadura ka; además, desde el primer día quitaréis
Lit., haréis cesar
toda levadura de vuestras casas; porque cualquiera que coma algo leudado desde el primer día hasta el séptimo, esa persona
Lit., alma
será cortada de Israel kd.
16»Y en el primer día tendréis una santa convocación, y otra santa convocación en el séptimo día; ningún trabajo se hará en ellos ke, excepto lo que cada uno deba comer
Lit., lo que ha de comerse concerniente a cada persona
. solo esto podréis hacer.
17»Guardaréis también la fiesta de los panes sin levadura, porque en ese mismo día saqué yo vuestros ejércitos de la tierra de Egipto kg; por tanto guardaréis este día por todas vuestras generaciones como ordenanza perpetua kh. 18»En el mes primero ki comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde, hasta el día veintiuno del mes por la tarde. 19»Por siete días no habrá
Lit., no se hallará
levadura en vuestras casas kk; porque cualquiera que coma algo leudado, esa persona
Lit., alma
será cortada de la congregación de Israel km, ya sea extranjero o nativo del país.
20»No comeréis nada leudado; en todo lugar donde habitéis
Lit., en todas vuestras moradas
comeréis panes sin levadura».

21Entonces Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad del rebaño corderos
Lit., ovejas
para vosotros según vuestras familias kp, y sacrificad la pascua kq.
22Y tomaréis un manojo de hisopo, y lo mojaréis en la sangre que está en la vasija, y untaréis
Lit., haréis tocar
con la sangre que está en la vasija el dintel y los dos postes de la puerta ks; y ninguno de vosotros saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana.
23Pues el Señor pasará para herir a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes de la puerta, el Señor pasará de largo kt aquella puerta, y no permitirá que el ángel destructor entre en vuestras casas para heriros ku. 24Y guardaréis esta ceremonia
O, este acontecimiento
como ordenanza para vosotros y para vuestros hijos para siempre kw.
25Y
Lit., Y sucederá que
cuando entréis a la tierra que el Señor os dará, como ha prometido
Lit., hablado
, guardaréis este rito
Lit., servicio
.
26Y sucederá que cuando vuestros hijos os pregunten: «¿Qué significa este rito
Lit., ¿Qué es este servicio
para vosotros lb?»,
27vosotros diréis: «Es un sacrificio de la Pascua al Señor, el cual
Lit., porque Él
pasó de largo las casas de los hijos de Israel en Egipto cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas ld». Y el pueblo se postró y adoró le.
28Los hijos de Israel fueron y lo hicieron así; tal como el Señor había mandado a Moisés y a Aarón, así lo hicieron.

Muerte de los primogénitos

29Y sucedió que a la medianoche, el Señor hirió a todo primogénito lf en la tierra de Egipto lg, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito del ganado lh. 30Y se levantó Faraón en la noche, él con todos sus siervos y todos los egipcios; y hubo gran clamor en Egipto li, porque no había hogar donde no hubiera alguien muerto. 31Entonces llamó a Moisés y a Aarón aún de noche, y dijo lj: Levantaos y salid de entre mi pueblo, vosotros y los hijos de Israel; e id, adorad
O, servid
al Señor ll, como habéis dicho.
32Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacadas lm, como habéis dicho, e idos, y bendecidme también a mí.
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